lunes, 23 de febrero de 2009

Eva Luna


Les presento "Eva Luna" otra de las obras de Isabel Allende que he tenido la oportunidad de leer.
Recuerdo que para literatura I, en la preparatoria nos pidieron elegir un libro para después hacer un comentario, resumen, (no me acuerdo exactamente que). Este libro me trae muy buenos recuerdos, recuerdos de un gran amigo ¡Chuyin!. Les cuento que cada día nos dirigiamos juntos a la biblioteca a tomar el libro que habíamos elegido, él eligío Pedro Paramo-El llano en llamas (en ese tiempo, Denisse la de la biblioteca, estaba en la fotocopiadora, y tenía el poder de poner totalmente nervioso a mi amigo) y yo decidí leer Eva Luna porque me dió mucho interes de seguir conociendo como escribe Isabel Allende, había otros libros, recuerdo que a parte de la casa de los espiritus tenían "Paula" que definitivamente decidí que ese no era el que quería cuando leí el prólogo y me dí cuenta que iba dedicado a la hija de la autora. Así transcurrieron dos semanas de preparatoria, donde mi amigo y yo nos dirigiamos gustosos a continuar nuestra tarea, en aquel entonces recuerdo que leía tres o dos capítulos por día, a parte, tenía la limitante de regresar temprano a mi casa y cuando uno es preparatoriano no tiene derecho al prestamo a domicilio. Chuy, donde quiera que estés, acuerdate de mí como yo me acuerdo... con mucho cariño mi hermanito.

Volviendo al libro, la autora nos presenta una historia con toques de fantasía que cabe destacar, a diferencia de la Casa de los Espiritus te engancha desde el primer capítulo, incluso tengo que reconocer que hay un toque de morbo disfrazado entre líneas que te induce a continuar la lectura, pero es tan sutil que cuando menos te lo esperas estas totalmente cautivado por la historia. Me gusta la mujer tan real y tan viva que Isabel Allende pinta en Eva Luna, ya que a parte de su don para crear cuentos llenos de fantasía y erotismo, es una mujer muy decidida que se enfrenta con la vida a partir de las oportunidades que se le van presentando, sin desperdiciar una sola. ¡Rayos! me acuerdo de una parte en estos momentos que sostiene estas líneas, pero no la puedo mencionar, porque no recuerdo con certeza como se llama uno de los personajes, luego acomodaré.

La historia de amor en este libro, queda ubicada en un marco secundario totalmente, porque el romance que se da entre Eva y Rolf es al final, cuando ya casi todo lo importante ha pasado, por cierto no me gusto para nada que Eva se haya acostado con el turco, ¡era casi su padre! ¡que regalo de agradecimiento más extraño, su virginidad!. Aunque, les dire... si no fuera por todo el pasado lleno de traumas causado por vivir la segunda guerra mundial y la posguerra, y por la familia con violencia, un hombre como Rolf sería perfecto... pero todo eso lo hace tan común, que realmente lo único que tiene de especial es que es más real que cualquier otro personaje de novela, ya que en esta vida nadie es perfecto, nadie tiene la niñez que deseariamos tener, porque en esa época todos nuestros sueños aunado con el modo de vivir dependen de otros.

Buen libro, pero me temo que me sigue gustando más La Casa de los Espiritus.

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