A partir del terrible día que tuve, me he puesto a pensar ¿qué tanto puede soportar un ser humano?, ¿dónde están mis limites de paciencia?. Teóricamente se supone que la paciencia, la tolerancia y el respeto hacen la vida mágica y aseguran un convivencia plena, pero hoy estoy en contra de esto, me declaro completamente impaciente. Mil disculpas por mi tono de mal humor, y porque tal vez en estos momentos no tengo el razonamiento más certero que soy capaz de concebir de vez en cuando. Pero me pasaron dos situaciones bastante desagradables.
1. Mi sobrina adolescente, que más que ser mi sobrina es mi hermana menor, tiene esas ideas huecas y estúpidas que la adolescencia trae gratis. Para eso estamos el resto del mundo, para cuando esas ideas e impulsos la aproximen a situaciones que poco la favorecen aunque su percepción crea que es así, la orientemos y le marquemos un alto. Aquí no pasa, todos creen que si marcan un alto en sus actitudes groseras e inconscientes, la van a perder. Por tanto, creo que sin que nadie me lo pidiera y por iniciativa propia me toca ser la contra-parte de esta historia. Todo lo que tiene que ver con razonamiento y ponerle los pies en la tierra es mi función. El problemita de hoy se desencadeno debido a que después de tanto tiempo diciendo que no quería celebrar sus quince años, sus tías paternas aparecidas por obra del espíritu santo, que nunca han estado con ellas, la entusiasman. No veo mal eso, de hecho a mi me hubiera parecido muy bonito que en un principio ella misma hubiera elegido su fiesta, pero las circunstancias ahora son diferentes, faltan solo tres meses para iniciar preparativos, cosa que no es imposible, pero como es una niña bastante exigente, creo que no habrá oportunidad de tener todo perfecto a menos que la acompañara un esplendido patrocinio económico de sus tías mágicas. En eso estábamos cuando mi papá que no tiene idea de que es una fiesta, pero con el afán de darle toda la razón a la pequeña desubicada empezó a decir que una fiesta se prepara hasta con menos tiempo (tiene razón, no lo desacredito, el problema es que no una fiesta como la quiere, y mucho menos cuando aun no esta segura del tiempo que tendrá que invertir para convencer a su papá de que aporte el respaldo económico), y le explicaba todo lo que tienes que ver en unos quince años (que se note, mi papá y yo platicábamos) trataba de hacerle notar eso, cuando impetuosamente, colérica y exageradamente interrumpe esa pequeña cabecita desubicada nuestra platica, y comienza a gritarme y a reclamarme por matarle una ilusión. Dios, jamas dije que no se podía, que no debía, o que no quería, mucho menos que no la apoyaba, trataba de hacer comprender a mi papá que hay ciertas cosas, ciertos detalles de una fiesta que se tienen que considerar que simplemente él desentiende. Fue tanta la histeria y la negatividad de mi pequeña, que sus gritos me llevaron a pedirle que dejara de hablarle así, pero siguió y siguió con una cantaleta de que todo lo que hacia era en afán de matarle una ilusión. Salí matadora de ilusiones, y sus gritos me impacientaron, no creo que nadie soporte ganarse una bola de gritos e histerias solo porque una niña tiene ganas de hacerlo, por lo menos yo no, y creo que no me merezco eso, no tengo simplemente porque soportarla, por eso no tengo hijos, porque no quiero ese tipo de escenitas (aparte, soy muy joven). Total, me impaciento, me levante y termine por gritarle "¡eres insoportable!", caminé a mi cuarto cerré la puerta y empece a contar, después salí un poco más relajada, pero la niña seguía con su histeria, y mi hermano estaba preocupado porque "la hice llorar", para él también es como su hermanita pequeña, pero la verdad yo estaba más molesta que preocupada, porque no me gusta que me griten, y no porque sea mi sobrina y sea más pequeña tiene derecho a hacerlo, nadie tiene porque gritarme, y aunque soy más grande y mayor de edad, no tengo porque aguantar niños mimados. Y más aun, tíos consentidores que creen que su apoyo conduce a una buena dirección aunque algunas veces son fantasiosos. En fin, odio que me griten tratase de quien se trate.
2. Caso número dos, en vista de que ya mi desconsolada e histérica hermanita entendió el asunto. Recordé que una prima esta organizando su fiesta de quince años, o más bien se la organizan, le deje un mensaje donde le pedía que me dijera algunas cosas sobre los detalles de la fiesta y como ella le estaba haciendo, al cual solo encontré una súper grosería como respuesta, la pequeña cabecita adolescente, creo que pensó que yo me burlaba de ella, lo peor del caso, es que su mensaje lo vio todo mundo en facebook, es muy bochornoso. Me dio bastante indignación (que aun no se me pasa por cierto). Nadie tiene derecho a decirme canalladas por facebook, mucho menos groserías, por eso, ¡ adiós!. No estoy dispuesta a tenerles paciencia a los niñitos solo porque soy adulta, cuando estos no tienen educación. Gracias a esto, se fueron todos los niños de mi msn y de mi facebook.
Tal vez, cuando más adelante vea esta entrada, diga "soy una exagerada, y escribí al fervor del momento", pero en realidad yo no creo que tuviéramos la edad que fuera, tenemos que soportar actitudes caprichosas de otras personas, que abusan de la inmunidad que les da su edad, aunque dudo que lo vean así, para poder expresar cuanto sapo les salga de su boquita. De nadie, que tenga la edad que tenga se valen este tipo de actitudes hacia nuestra persona. Se supone que por ser grande tengo que ver las cosas fríamente, y con madurez, pero aunque me digan "Dalay" no soportare eso. Ni de adolescentes, ni de ninguna persona (a excepción de mi madre, mi papá es un amor). Fuera de eso, ninguna otra persona puede gritarme, mucho menos insultarme.
Como pudieron leer, esta cosa tal vez sin ningún sentido me paso en el día, y esta entrada más que reflexiva o comentario fue de relajación.
Gracias por seguir a eldattavanetta.blogspot.
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